Pisto manchego


El Pisto manchego es uno de los platos más tradicionales de la gastronomía española.

Su versión original parece ser que incluía las hortalizas que se tuviera en el momento, pero que con la llegada de las nuevas verduras de las Indias acabó afianzándose una receta basada en los pimientos y el tomate. Aunque es habitual la inclusión de calabacín, berenjena, cebolla y/o ajo en proporciones variables.

La elección de hortalizas va a gustos del consumidor, nosotros no solemos ponerle cebolla porque no a todos nos gusta, pero siempre podéis combinar las que más os gusten o en las proporciones que más vaya con vosotros.

La receta fríe las hortalizas y se acompaña habitualmente con huevo frito, longanizas, lomo de cerdo,... ¡y mucho pan! Nosotros aligeramos la receta sustituyendo la fritura por un rehogado o salteado.

Es ideal para un día de campo pues se puede tomar tanto caliente como en frío. A nosotros nos encanta servirlo en la tradicional cazuela de barro.

Y aunque hoy en día se puede encontrar en tiendas en formato de lata, frasco o congelado, siempre os recomendamos que lo hagáis casero, más aún con las hortalizas en plena temporada.

Ale, vamos al lío...

Ingredientes (para 4 personas aprox.):
- 1 pimiento rojo carnoso
- 1 pimiento verde carnoso
- 1 calabacín (opcional)
- 1 cebolla (opcional)
- 1/2 berenjena (opcional)
- 400 grs de tomate frito casero (de los comerciales os recomendamos Hida)
- 2 dientes de ajo
- pimienta negra
- aceite de oliva virgen extra
- sal
Preparación:

1. Comenzamos limpiando bien las hortalizas y cortándolas en cuadrados similares. Los ajos podéis filetearlos o dejarlos enteros, dependiendo de si después querréis retirarlos.

2. En una cazuela baja y amplia ponemos 3-4 cucharadas de aceite de oliva a calentar, nosotros lo hacemos con los ajos enteros sólo ligeramente machacados.

3. Con el aceite caliente incorporamos la cebolla troceada, salpimentamos ligeramente y rehogamos a temperatura media/alta.

4. En cuanto empiece a transparentar añadimos los pimientos, salamos ligeramente y rehogamos junto con la cebolla hasta que comience a ablandar.

5. Momento para incluir el calabacín y la berenjena que, sí, salaremos ligeramente. Esto ayuda a que se rehogue con más facilidad. Rehogamos todo junto, tapamos y dejamos que cocine a fuego lento durante 20-30 minutos removiendo de vez en cuando hasta que estén las hortalizas tiernas.

6. Con las hortalizas rehogadas, rectificamos el punto de sal de las mismas y vertemos el tomate frito casero. Removemos bien, tapamos y dejamos cocinar hasta que el tomate adquiera la textura que más nos guste.

7. Servimos acompañado de huevos fritos (o a la plancha para aligerar grasas y calorías), patatas o arroz blanco, longanizas o lomo, bonito o emperador,... con lo que más os apetezca pero, sobre todo, ¡con un buen trozo de pan! jajajaja

8. Comemos y a disfrutar ^_^

Trucos y Sugerencias:

- Si queréis hacerlo a la manera tradicional, en lugar de rehogar las hortalizas, freídlas en bastante aceite caliente. Una vez fritas las hortalizas las escurrís de exceso de grasa y ese aceite lo podéis reutilizar para otras preparaciones.

- Como os comentábamos, la variedad de hortalizas a usar va a vuestro gusto. Nosotros solemos prescindir de la cebolla por los gustos de casa, pero si no te gusta el calabacín o la berenjena, prescinde de ellos.

- Para evitar el amargor de la berenjena, una vez troceada la salamos un poquito, dejamos escurrir y secamos la condensación que le sale con un papel de cocina.

Receta Vegetariana.

Sin Gluten.

Sin Lactosa.

Nos leemos pronto... ¡buenas cocinillas a todos! ^_^

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