NAVIDAD: encendemos motores ^_^
Sé que a mucha gente no le gusta la Navidad, ni lo que representa, ni las comidas y dulces, gastos, ausencias... Sé que trae mucha tristeza, añoranza de personas y de tiempos pasados,... Sé que se nota más la crisis, lo que falta o no se tiene... Sé que es un "invento" y una excusa para gastar y demás...
Pero, la verdad... la verdad verdadera... la verdad de la buena, buena... es que, sencillamente... ADORO LA NAVIDAD.
Las partes buenas son las que más pesan para mi. El sentirme de nuevo como una niña, emocionarme decorando la casa, con el árbol, el belén, los centros de mesa, la puerta, las paredes... Ahora me emociona más, pues lo hago con mis pequeños, que verles los ojazos abiertos de par en par quita los males.
Adoro el reunirme con la familia... Que sí, que te podrías reunir en cualquier otro momento del año, pero, seamos realistas, hoy en día cuadrar las agendas de las familias entre sí, es harto complicado. Las navidades son unas fechas marcadas en los calendarios de todos, en mayor o menor medida, y que resultan ser la excusa perfecta para que entonces, sí o sí, acaben reuniéndose.
Si bien es cierto que se echa de menos, y mucho, a quien no está... Mis abuelos que se fueron sin poder despedirme, mi vitalista suegra que se nos fue el año pasado por un cáncer cabrón al poquito de cumplir los 63, mi amiga Beita que tenía un corazón tan grande que dejó de latir cuando sólo tenía 20 añitos,... Pero en estos días, aunque los extraño y desearía que estuvieran aquí, les recuerdo con más ternura y cariño... y, en cierta forma, les siento más cerca.
Una de mis mayores evasiones y diversiones es la cocina, y en estas fechas se da rienda suelta a la creatividad, la imaginación, las extravagancias, excesos, rarezas y placeres. Disfruto creando, experimentando, decorando, compartiendo y viendo como mis comensales paladean, saborean y gozan con el sabor de mis platos.
Por eso, aunque no podamos ni brindar con Don Pérignon, ni comer caviar Almas (puaj, puaj todo sea dicho jajajaja), ni nada de eso... ¡vamos a disfrutar! ¡a comer rico! ¡y a dejarnos llevar en la cocina!
Sin excesos, pero con alegría. Siendo originales, pero conservando tradiciones. Alternando dulce con salado y, a veces, hasta mezclándolos.
¿Te unes a la fiesta? ¿cuál es tu recuerdo de Navidad favorito? ¿y tu plato o dulce básico de estas fechas?
Nos leemos pronto... ¡buenas cocinillas a todos! ^_^
Bueno, a mi me gusta y no me gusta. Disfruto con los niños, mi hija nació en Noche vieja, así como yo digo le corre sangre navideña por las venas, me llamo Belén, así que te puedes imaginar..... pero ya falta una persona muy importante en mi vida: mi padre, así que se viven con mucha añoranza aunque poniendo buena cara.
ResponderEliminarMis menús tienen unos platos básicos que voy combinando a lo largo de las comidas de esos días: sopa de marisco, lenguado relleno, rollo de carne, y alguna sorpresa cada año.