Chips de calabacín


Tengo dos minipinches (6 y 8 años) y que coman hortalizas a veces es casi imposible, otras es mejor que empiecen a probarlas con truquillo y algunas se las comen visto y no visto.

Esta receta corresponde a los dos últimos casos.

Mis hijos solo comían calabacín en el puré, pero en guisos o guarniciones... ¡uf! Hasta que un día de campo lo vieron rebozado y se animaron a catarlo. Les gustó, pero consideraban que estaría mejor más crujiente.

Así que unos días después me decidí a conseguir una textura más crocante. Y así salió esta receta que ya se ha convertido en un clásico de nuestra familia.

Ale, vamos al lío...

Ingredientes (para 4 personas aprox.):
- 1 calabacín grande o 2 medianos
- jengibre molido (opcional)
- harina de trigo común
- 1 diente de ajo
- sal
- aceite de oliva virgen extra
Preparación:

1. Lavamos perfectamente el calabacín y lo cortamos en rodajas muy finas, os recomendamos el uso de mandolina para que el corte sea igual.

2. Salamos y dejamos escurrir en un escurridor durante 15 minutos para que suelte el agua y no amargue.

3. En una sartén amplia ponemos abundante aceite de oliva a calentar a fuego fuerte junto con un diente de ajo (cuidado de que no se queme o amargará).

4. Secamos con papel de cocina, especiamos con jengibre molido y pasamos por harina cada rodaja una a una. Las sacudimos para quitar el exceso de harina. Freímos a fuego fuerte en pequeñas tandas, no deben amontonarse.

5. Dorarán rápidamente, así que tendrás que tener cuidado de que no se tuesten en exceso. Una vez doradas por un lado, doramos por el otro y sacamos a escurrir en papel de cocina.

6. Servimos inmediatamente como acompañamiento de platos de carne, ave, pescado,... Podemos servir los chips de calabacín acompañados de salsa: de yogur, de miel y mostaza,...

7. Comemos y a disfrutar ^_^

Trucos y Sugerencias:

- Al calabacín no le quitamos la piel porque nos gusta su sabor, su color y su aporte de fibra, además de ser donde se concentran la mayoría de los nutrientes. Así que, lavadlos muy bien.

- En el momento de comprar el calabacín éste no debe estar blando, ni con manchas,... Debe ser verde, con la piel suave, terso y firme. Obviamente, la variedad blanca no será verde, pero las demás características le valen igualmente.

- Nosotros solemos freírlos con aceite de oliva virgen extra, pero si queréis un sabor más suave, podéis usar 0'4º.

- Además de con jengibre, como en este caso, también los especiamos con tomillo, romero, estragón,... Tenéis muchas variaciones posibles. En EspeciaExpress tenéis ideas de especias más allá del perejil o el orégano.

- En cuanto el ajo comience a dorarse, retiradlo del fuego o amargará ^_^

- Si queréis hacerlos más ligeros e hipocalóricos, en lugar de freírlos, puedes dorarlos en horno (previamente precalentado) a unos 200ºC (cada horno es un mundo) hasta que los veas doraditos.

Nos leemos pronto... ¡buenas cocinillas a todos! ^_^

Comentarios

  1. Muy rico, es una forma estupenda de introducir el calabacin a niños y mayores, lo practicaré con los mios...Bs.
    Julia

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  2. Deliciosos!! Y yo me identifico con tus hijos aunque mi madre nunca nos ha obligado a nada porque decía que con la edad íbamos a comer de todo y efectivamente ha sido así Eso sí nos lo metía todo en purés y concentrado :)

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