Alcachofas con Salsa de Almendras


Aunque la temporada de la alcachofa se esté acabando, aún podemos encontrar buenas piezas. Así que hay que aprovecharlas ^_^

Esta receta es la base de muchos guisos tradicionales que he comido en mi vida, es sencilla, sana y muy rica... Aunque, he de reconocerlo, cuando era pequeña detestaba las alcachofas, ¡lo que se aprende cuando crecemos! jajajajaja

Las almendras que usamos en esta receta, fueron regalo de mis padres. Venían con su cáscara y todo. Los minipinches con sus primas y abuela, estuvieron (piedra en mano) dale que te pego hasta quitarles la dura cáscara a todas ^_^

Nosotros las cocinamos con la pielecilla marrón porque, como comentamos en otra ocasión, da un sabor muy rico a las preparaciones y encima aporta un extra de fibra y textura a las salsas.

Ale, vamos al lío...

Ingredientes (para 4 personas aprox.):
- 8-12 alcachofas
- caldo suave de verduras
- 1 diente de ajo
- 1 cebolla tierna pequeña
- 100 grs de almendra cruda (nosotros las usamos sin pelar)
- 100 ml de vino blanco
- perejil fresco
- hoja de laurel
- pimienta negra recién molida
- sal
- aceite de oliva virgen extra
Preparación:

1. El primer paso es preparar los ingredientes. El ajo lo fileteamos, la cebolla la cortamos en trocitos pequeños y las almendras las pasamos por la trituradora, el grosor del grano depende de vuestro gusto.

Para las alcachofas, preparamos un bol grande lleno de agua fría (yo le pongo un par de hielo), una ramita de perejil y un buen chorro de limón. Así evitaremos en lo posible que se ennegrezcan una vez cortadas.

2. Preparado el bol, retiramos las hojas exteriores de las alcachofas. Ahí puedes quitar cuántas quieras, hay quien se queda con sólo el centro-centro. Nosotros sólo quitamos 2-3 capas exteriores, pues las otras capas, aunque no tan tiernas como las más interiores, dan mucho sabor al guiso.

Cortamos con un cuchillo de sierra la punta (el tercio exterior de la alcachofa) y lo desechamos. El rabito lo cortamos, le quitamos el final y pelamos con un pelador. Partimos la alcachofa en cuartos u octavos. Les retiramos, si los tuvieran, los pelillos centrales. Metemos en el bol de agua y reservamos.

3. En una cacerola amplia, ponemos 2-3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y calentamos a fuego medio-fuerte. Una vez caliente, ponemos el ajo y la cebolla, salpimentamos y rehogamos a fuego medio removiendo para que no se pegue.

4. Una vez pochada la cebolla, introducimos las alcachofas escurridas y removemos todo. Dejamos dorar ligeramente a fuego medio-alto, con 5 minutos es suficiente, y vertemos el vino blanco. Removemos y dejamos que evapore el alcohol.

5. Evaporado el alcohol, cubrimos con agua o caldo las alcachofas, incorporamos la hoja de laurel y le damos un meneito a la cazuela. Tapamos y dejamos cocer a fuego medio durante unos 15 minutos. Dadle meneitos de vez en cuando a la cazuela.

6. Pasados los 15 incorporamos la almendra molida, removemos y rectificamos el punto de sal. Dejamos cocer otros 10-15 minutos o hasta que la alcachofa esté tierna.

7. Si la salsa está muy clara cuando las alcachofas estén en su punto, las retiramos de la cazuela y dejamos reducir el caldo.

8. Servimos con su salsa de almendras y unas gotas de aceite de oliva virgen extra.

9. Comemos y a disfrutar ^_^

Trucos y Sugerencias:

- Las alcachofas deben de ser pesadas y prietas al tacto.

- Las puntas deben estar lo más tersas y frescas posibles. Si están oscuras, es que están requemadas por el sol o secas.

- Los rabitos no se desperdician, sólo es necesario retirarles las hojas y con un pelador eliminar la capa exterior que es leñosa. Podéis usarlas dentro del propio guiso o picadita y salteada en un revuelto o tortilla. Aporta mucha fibra y tiene un gran sabor.

- La almendra puedes ponerla desde el principio si quieres que quede muy disuelta en la salsa. También puedes cocer las alcachofas por una parte y hacer la salsa por otro lado, tostando la almendra junto con la cebolla.

- Si te gusta encontrar tropezones, puedes poner alguna almendra entera al final de la cocción.

- Si quieres la salsa más espesa, diluye una cucharadita de maizena en 50 ml de agua fría, vierte en la salsa y deja espesar a fuego medio.

- Para servir como plato único, puedes acompañarlo de arroz salteado, patatas, garbanzos,...

Nos leemos pronto... ¡buenas cocinillas a todos! ^_^

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