Alitas de pollo agridulce con couscous


¡Me encanta el couscous! Sí, es una de esas cosas que al principio eres reacio a probar y cuando lo haces te das de cabezazos por no haberlo probado antes.

Lleva siendo un fijo y un comodín en mi despensa desde hace años, más después de que, primero a mi marido y luego a mi hijo mayor, le encantará también a mis comensales habituales.

El cuscús, couscous, cous-cous,... está hecho a partir de sémola de trigo duro y, según definición de mi hijo mayor (7 años), su sabor y textura es como: "mezclar macarrones, arroz y garbanzos en una bolitas muy chiquititas" jajajaja Y razón no le falta, pues goza con virtudes de las tres, tanto en textura como en poder de absorber aromas y sabores.

Lo ideal sería hacer el couscous en una couscousera (cuscusera) a la vez que la carne, pero a falta de esa olla, lo prepararemos antes que las alitas. Lo normal es seguir las instrucciones de cada fabricante, aunque os recomendaremos un par de cosillas para hacerlo más rico y auténtico.

Ale, vamos al lío...

Ingredientes (para 4 personas aprox.):
Para el pollo:
- 12-16 alitas de pollo (depende del tamaño y vuestro apetito)
- 8 dátiles o 16 pasas moscatel
- 8 cdas de miel de azahar (podéis cambiarla por mil flores)
- 8 cdas de tomate frito
- 4 cdas de salsa de soja
- 4 cdas de vinagre balsámico
- 100 ml de vino blanco o moscatel
- 250 ml de caldo casero de pollo
- 1 diente de ajo
- semillas de sésamo
Para el couscous:
- 200 g de couscous
- 1/2 cdta de cúrcuma molida
- 1/4 cdta de jengibre molido
- 6-8 hebras de azafrán
- 1-2 cdas de aceite de oliva virgen extra
- 15 g de smen ghee o mantequilla clarificada o derretida
Para ambos:
- estragón
- sal
- pimienta blanca
- aceite de oliva virgen extra
Preparación:

1. Comenzamos preparando el macerado. Para ello, en un bol grande, incorporamos la miel, la salsa de tomate casera, la salsa de soja, el vinagre balsámico, el diente de ajo cortado a la piel después de pelarlo, pimienta blanca recién molida y unas 2-3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Mezclamos bien para homogeneizar en la posible el macerado.

2. Añadimos al bol las alitas de pollo removiendo para que se impregnen bien de la mezcla. Tapamos con film transparente y dejamos reposar de 30 minutos a 12 horas, dependiendo de la potencia de sabor que queráis.

3. Mientras macera el pollo, vamos a ir preparando el couscous según las instrucciones del fabricante. Aunque, personalmente, recomiendo:
- poner los granos de couscous en un bol grande o una fuente amplia, añadir 1 o 2 cucharas de aceite de oliva virgen extra y mezclar con las manos para que se impregnen bien y no queden "grumos";
- cocer 300 ml de agua con la cúrcuma, el azafrán y el jengibre, cuando rompa a hervir poner una pizca de sal, remover y verter sobre el couscous;
- remover con un tenedor, tapar, dejar reposar unos 5 minutos, mezclar de nuevo con un tenedor, volver a tapar y dejar reposar otros 5 minutos;
- destapar, rectificar de sal, añadir la mantequilla clarificada y mezclar. ¡Listo!

4. En una cazuela amplia y baja, ponemos 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra junto a un diente de ajo y ponemos a calentar a fuego fuerte. Cuando esté bien caliente (que no llegue a humear, por favor) introducimos las alitas escurridas, procurando que no se amontonen, y dejamos que se selle por todos sus lados.

5. Selladas las alitas, es el momento de añadir el vino, desglasando los restos que hayan quedado en el fondo. Dejamos evaporar el alcohol.

6. Vertemos el caldo de pollo casero y la salsa de macerado, bajamos a fuego medio, tapamos la cazuela y dejamos cocer unos 15 minutos dándole la vuelta a mitad de cocción. Tened en cuenta que el tiempo y la potencia es relativa, debéis mantener el hervor y aseguraros de que no os quedáis sin líquido antes de que estén tiernas las alitas.

7. Disponemos en cada plato una cama de couscous especiado, encima las alitas de pollo, salseamos y espolvoreamos con semillas de sésamo y hojas de estragón.

8. Comemos y a disfrutar ^_^

Trucos y Sugerencias:

- Si no os gusta el couscous, podéis sustituirlo por arroz.

- Lo ideal sería hacer el couscous en una couscousera a la vez que el acompañamiento de carne y verdura. Pero a falta de esa olla, prepararemos el couscous siempre antes que las verduras y/o el pollo, cordero o carne elegida.

- Si queréis el couscous más suelto, podéis pasarlo por la sartén (a fuego fuerte) una vez hidratado.

- Las alitas las podéis hacer a la parrilla, a la plancha o guisadas, dependiendo de la textura que os guste y los medios de los que dispongáis.

- Si vemos que nos quedamos sin líquido, podéis añadir agua o más caldo.

- Si se os queda pegada la salsa al final de la cocción de las alitas, podéis volver a desglasar.

Nos leemos pronto... ¡buenas cocinillas a todos! ^_^

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